UN DON

Cuando se quiere a una persona no hay que pretender pedir nada a cambio, ni siquiera que te quieran de la misma manera. Es muy bonito y es un privilegio tener la capacidad de amar. Hay que estar muy contentos y dar gracias a Dios por habernos brindado ese maravilloso don. Por eso no hay que obligar a que otras personas sientan lo mismo, sino que hay que rezar por ellos. Para que algún día tengan la dicha de recibir ese gran regalo: el regalo de amar.