DESEO AL MAR
Miraba la calma del mar y me pidió dulce un deseo, lo arrojé lleno de esperanzas en un botellín luminoso. Parpadeaba a lo lejos y me hablaba de la fé, de los deseos cumplidos y de los males sanados. Pero la experiencia no me dejaba creer, me tapó los ojos con una inmensa venda… quería creer en mi deseo, pero mi fé agonizaba. Aturdida y cegada por esa luz parpadeante, me fui alejando del mar. La arena ya se había humedecido por las lágrimas de mi cantar. Pero una inmensa ola se alzó detrás de mí, y con una fuerza arrolladora me devolvió mi botellín. Mi deseo no estaba adentro, un sórdido vacío fue lo que sentí, y al girar a ver el sol, a mi estrella reconocí. Ahí estaba mi deseo, mas sólo una sombra percibí, mucho miedo se apoderaba de mi ser cuando lentamente caminaba hacia mí. Me abrazó fuertemente y sentí la paz interior. El mar me trajo mi deseo: volver a amar para ser feliz.
25/08/06
25/08/06